A) Factores desencadenantes o agravantes de la dermatitis atópica.
• El calor y los esfuerzos físicos bruscos.
• El frío.
• Cambios bruscos de temperatura ambiental.
• Sudoración, sobre todo si aparece bruscamente.
• Ciertos alergenos alimentarios (pescado azul, huevos trigo, leche, chocolate, aditivos, conservadores y colorantes, entre otros muchos). Comidas muy calientes y/o condimentadas.
• Alergenos inhalatorios y ambientales: polvo de la casa, plumas, caspa, pólenes, etc., tanto por contacto exterior y penetración transepidérmica como por inhalación.
• Artículos específicos de vestir: lanas, sedas, prendas de satén, etc.
• Casi todos los vendajes oclusivos, prendas de vestir apretadas u oclusivas, aplicación de pomadas o ungüentos grasoso
• El estrés, la fatiga o las emociones.
• La fricción incluyendo el rascado.
• Jabones, detergentes y álcalis.
• La exposición a ciertos microorganismos y virus, tanto en infecciones locales como focales.
B) Consejos para el cuidado del niño con dermatitis atópica.
• La piel del niño es extremadamente sensible a la irritación por su humedad natural. Muchos factores del medio ambiente pueden producirle prurito y la necesidad de rascarse, lo cual también contribuye a la aparición de dermatitis. A continuación se exponen algunos consejos que pueden ayudar a mejorar la dermatitis que padece el niño, así como quizás a prevenir su recidiva.
CUIDADO PERSONAL
• Mantenga cortas las uñas del niño, suaves y limpias. Báñelo con un jabón suave o no lo use, siguiendo además las indicaciones que le de su médico cuando presente un episodio de agudización de la enfermedad.
PREPARACIÓN DE UNA HABITACIÓN LIBRE DE POLVO
• La habitación contendrá solo una cama, si es posible de hierro, con una mesita de noche muy simple y una silla de madera o metal.
• Se eliminan todos los muebles sobrantes, así como alfombras, cortinas, tapices y se desalojan los armarios empotrados (guardar la ropa en otro sitio).
• Limpiar la habitación, procediendo a cerrar cualquier comunicación con el exterior (orificios de ventilación del techo, rendijas de puertas y ventanas, etc.). Lavar bien las paredes, techos y suelos, así como los armarios empotrados.
• Lavar a fondo la cama y el somier. Enfundar el colchón en tela de algodón, si es posible y proceder igualmente con la almohada.
• Hacer la cama siempre con juegos de sábanas viejas o muy lavadas, utilizando mantas de algodón y no de lana.
• No utilizar nunca, cubrecamas muy gruesos que puedan albergar polvo. Nunca emplear cojines, alfombras gruesas, etc.
• Poner alfombras de tela que se puedan lavar una vez por semana.
• Limpiar diariamente la habitación y hacer limpieza a fondo una vez por semana (utilizar aspirador, si es posible, para no levantar polvo). Diariamente es aconsejable pasar un trapo húmedo por todas las superficies de madera y por el suelo.
• Deberá vestirse y desvestirse al paciente fuera de la habitación, que sólo utilizará para dormir. La temperatura del cuarto oscilará de 20 a 24°C
• Alejar del enfermo cualquier objeto de pelo, lana o que pueda ser receptáculo de polvo. El resto de la cama es conveniente limpiado con aspirador y buena ventilación. Si es un niño pequeño el paciente, eliminar los juguetes que puedan acumular polvo.
TIPO DE ROPA QUE DEBE USAR
• Vista a su niño con ropa holgada de algodón, a menos que esté usted segura que no le irritan los materiales sintéticos. Proteja su piel, no permita el contacto con el adulto que vista ropa áspera o de lana. Los pantalones largos y las camisas y camisetas de manga larga, ayudan a protegerlo del excesivo rascado.
• Evite cubrir con mucha ropa al paciente, ya que el calor y el sudor agravan la dermatitis.
HUMEDAD Y TEMPERATURA
• Asegúrese de que la humedad de su casa es adecuada. Si es necesario aumentaría en el cuarto del niño, utilice con preferencia un humidificador de vapor frío.
• Mantenga la temperatura del cuarto en cifras moderadas, nunca mayores de los 24°C.
JUEGOS Y JUGUETES
• No restrinja los juegos del niño, pero procure poca actividad para evitar que se acalore.
• Suprima los juguetes de peluche o que tengan superficies irregulares o rugosas.
CUARTO Y CAMA
• Cambie las alfombras rugosas o de lana que puedan haber en el cuarto del niño, sobre todo si está en edad de gatear.
• Coloque una cubierta de algodón sobre el plástico del colchón. En cualquier edad, use sábanas de algodón reblandecidas por lavado repetido.
EMOCIONES Y ESTRÉS
• No regañe al niño porque se rasque, ya que ello conduce a que se frustre, enoje, se ponga más tenso y consecuentemente se rasque más. Trate de desviar su atención con un juguete.
• Espere episodios de brotes de la dermatitis cuando el niño sufra estrés, dentición o un simple resfriado.